Que el hombre es ciudadano de dos mundos:
ciudadano de un reino que es divino,
del Reino de Dios del que es inquilino
y del que todos somos oriundos.
Y somos ciudadanos vagabundos
que encontraron fortuito destino
bajo el poder, no siempre genuino,
de reyes y señores iracundos.
-¿Hay que pagarle al César el tributo
aunque sea un odiado romano
y un déspota cruel como atributo?
- Sí, dadle al César el tributo urbano,
pero a Dios dadle tributo absoluto,
¡Señor de lo divino y de lo humano!
1 comentario:
Padre Dios lo bendiga con larga vida, cuanto llena sus letras y palabras mi alma su lectura que viene de Dios y el evangelio, como quisiera que guiase nuestras células de evangelización y grupos de oración así sea en la distancia, Dad al cesar lo del cesar y a Dios lo de Dios...
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