jueves, 18 de febrero de 2010

Los primeros discípulos (Lc.5)

Era aún muy temprano,
era aún muy de mañana
cuando Jesús, junto al lago,
a la gente adoctrinaba.
Y era tanta aquella gente
que Jesús subió a una barca,
a una barca de Simón,
patrón, sin duda, de fama.
Y Jesús dice a Simón:
-"boga mar adentro y lanza
las redes para pescar."
-Señor, la noche fue mala
y la hemos pasado entera
sin haber pescado nada;
pero, ahora, sin embargo,
confiado en tu palabra,
las echaré a diestro lado,
o adonde mandes echarla.

Y la pesca fue tan grande
que la barca desbordaba
y hubo que pedir ayuda
a los de la otra barca.
Pedro, asombrado, le dice:
-Señor, tu presencia aparta,
que soy un gran pecador
que esa presencia no aguanta.
Lo mismo Santiago y Juan
y cuantos con Pedro estaban;
todos, igual de asombrados,
iban vaciando barcas.
-Y tú, buen Simón, no temas,
vas a pescar otras carpas:
te haré pescador de hombres
con las redes de mi gracia.

Y dejando barca y redes,
le siguieron sin tardanza,
no pudieron resistir
sus palabras y mirada.

martes, 16 de febrero de 2010

Bodas de Caná (Jn 2)

Caná de Galilea,
invitación a boda y a alegría;
nueva luz que alborea,
y nueva epifanía
anticipada ahora por María.

Caná es invitación
a celebrar las "Bodas del cordero",
a la honda conversión
del corazón sincero,
entregado al amor ya por entero.

María es la primera
en observar del vino la carencia;
no es comensal cualquiera,
que es Madre con licencia
para solucionar cualquier urgencia.

-"¡Hijo, no tienen vino!",
dijo con susurrante voz materna;
susurro femenino
de la madre que alterna
su autoridad con la súplica tierna.

-"¿Qué nos va a ti y a mí,
mujer en semejante contratiempo?
Déjalo estar así,
pues viene esto a destiempo
y no llegó mi hora ni mi tiempo".

-"Haced lo que él os diga!"
Y, aunque parezca hora inoportuna,
Jesús, con voz amiga,
sin dilación alguna:
-"¡llenad bien las tinajas, una a una!"

La orden de la Madre, parece anticipar aquella hora
prevista por el Padre,
y la anticipa ahora
porque María es de Jesús la aurora.

Las tinajas de barro,
-que sólo agua lustral habían tenido-
rebosan despilfarro
de un vino, convertido
en el vino mejor jamás bebido.

Cada siervo, discreto,
sin preguntar, actúa diligente,
y, aunque sabe el secreto,
lo guarda fiel, silente,
sin presumir de nada ante la gente.
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Los siervos de Caná
cumplieron, diligentes, cuanto él dijo.
¡Que yo sepa -ojalá-
ser tu siervo y tu hijo,
cumpliendo mi misión con regocijo!

Y fue tu primer signo;
el signo de las "Bodas del Cordero",
esposo fidedigno
de un amor verdadero,
que en las "bodas de sangre" fue el primero.

Signo de plenitud,
bendición del Espíritu que alcanza
la plena juventud
de una vieja esperanza,
cumplida ahora en Jesús, Nueva Alianza.

Caná es eucaristía;
hay cambio de materia y de sustancia,
un vino de alegría,
bebido en abundancia,
y un Jesús que lo ofrece y nos lo escancia.

Hoy, todos invitados
a beber en Caná del "nuevo vino",
y a brindar, inspirados,
sin medida y sin tino,
¡borrachos del Espíritu devino!

miércoles, 3 de febrero de 2010

Presentación de Jesús en el Templo (Lc 2, 22)

María, ya por Ley purificada,
presenta y ofrece al Padre a su hijo
con gran gozo interior y regocijo,
porque sabe que al Padre esto le agrada.

Al viejo Simeón fue revelada
la presencia del Mesías, de fijo,
y al verlo ahora en el Templo a Dios bendijo;
su esperanza quedaba consumada.

Por el Espíritu Santo movido,
anuncia a María dolor profundo:
"su corazón, de espada será herido".

Mas María, es candelabro jocundo,
Candelaria que la luz ha encendido
y ahora lleva en brazos la luz del mundo.

Ser Dios de otra manera

Cuando Dios crea al hombre y le da vida,
en todo semejante a él lo crea,
lo hace hijo de divina ralea
y en su estirpe y familia da cabida.

Y después, a pesar de la caída,
y a pesar del pecado que lo afea,
lo restaura de nuevo y lo recrea
cuando su carne en Cristo es asumida.

Vive Dios con el hombre codo a codo,
y un poeta afirmó, con voz certera,
"que ser Dios es ser hombre de otro modo".

Y, aunque entre el hombre y Dios haya barrera,
yo me digo que, acaso y sobre todo,
el ser hombre es ser Dios de otra manera.