viernes, 4 de noviembre de 2011

Parábola de las 10 vírgenes (Mt 25)

El Reino de los cielos se parece
a diez vírgenes, jóvenes doncellas,
que salen a esperar, inquietas ellas,
al novio que ya llega, y ya anochece.

Cinco son prudentes, y nada empece
que aquella noche avance sin estrellas,
porque hay aceite en sus alcuzas bellas,
aceite que en llama viva florece.

Las necias, sin aceite de respuesto,
les pedían ayuda a las sensatas
porque su aceite se acababa presto.

Llega el novio y no lo ven, insensatas;
aceite es signo de amor, por supuesto,
y el amor ni lo vendes ni abaratas.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Cristo de la Buena Muerte

A todo Cristo ya en la cruz clavado,
a todo Cristo ya en la cruz inerte,
-el Cristo del costado alanceado-
llámalo: "Cristo de la Buena Muerte".

A todo Cristo en cruz crucificado
cuya mirada ya no puede verte,
y que ya está totalmente callado,
llámalo: "Cristo de la Buena Muerte".

A todo Cristo en cruz ajusticiado,
que en su última gota de sangre vierte
y está como un cordero degollado,
llámalo: "Cristo de la Buena Muerte".

Cuando te veo así, en cruz alzado,
sé que tu amor hacia ti me convierte
y entonces yo te pido esperanzado:
"que la mía sea una buena muerte".

Fecha de caducidad (fieles difuntos)

Desde que uno ya nace,
ya tiene edad de morir;
la vida es enfermedad
desde el principio hasta el fin.

Ya al nacer, trae la vida
un virus de gravedad
que hace que la vida sea
enfermedad terminal.

Fecha de caducidad
ya traemos al nacer,
fecha que se ha de cumplir
en un antes o un después.

¿Nací yo por un casual
o porque lo quise yo?
Como soy hombre de fe,
creo que lo quiso Dios.