sábado, 19 de julio de 2008

Trigo y Cizaña (Mt 13, 24)

Siempre el hombre fue campo
en el que el Bien y el Mal
libran dura batalla
al tiempo de sembrar.

Dios siembra su semilla
de trigo candeal,
y el Maligno, de noche, cizaña sembrará
si el criado, indolente,
se va a dormir, sin más.

Luego vendrán las prisas
de querer arrancar
la maligna cizaña,
negrura de maldad.

-"No seáis impacientes,
esperad al final,
hasta que el tiempo llegue,
el tiempo de segar."

La paciencia de Dios
espera, una vez más,
la conversión sincera;
da otra oportunidad:
que no quiere la muerte
de aquel que obra mal;
sólo quiere que viva,
que vuelva a su amistad.

No arranques tú a la fuerza
la cizaña del mal:
que sólo al mal vence el bien
y el saber perdonar.

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