viernes, 14 de noviembre de 2008

Parábola de los Talentos (Mt 25, 14)

El Reino de los cielos se parece
a un hombre que se va de viaje, lejos,
y encomienda a sus siervos, muy perplejos,
que cuiden bien su hacienda, a ver si crece.

Cinco, dos, un talento les ofrece;
los primeros negocian, sin complejos
no dejan los talentos se hagan viejos
y así, la hacienda en sus manos florece.

El que tenía tan sólo un talento
tuvo miedo en negociar con él
y lo escondió en la tierra al momento.

Cuando volvió el señor del viaje aquel,
premió a los dos primeros con contento,
y al otro quitó el talento por infiel.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Oración a la hermana muerte

Esta oración inocente,
esta súplica, estos rezos,
quiero hacerte, muerte mía,
hasta que el día postrero
llegues, a pasos silentes,
nanas cantando a mi sueño,
mi largo sueño de muerte
amortajado en silencios.
Y esta es mi oración creyente:
Ven a mí, hermana muerte,
no cuando yo te llamare,
mas cuando a Dios agradare.
Ven a mí, hermana muerte,
no como yo te lo pida,
sino como Dios decida.
Yo acepto, Jesús, mi muerte,
y la acepto desde ahora,
como aceptaste la tuya
cuando te "llegó la hora"
que el Padre quiso ofrecerte.
Quiero correr yo esa suerte:
que mi voluntad se incluya
en un "cuando", "donde" y "como"
quiera el Padre hacer la suya.