Virgen de la Visitación, María,
que dejas Nazaret y vas ligera,
emprendiendo tu azarosa carrera,
sin miedo a aquella dura orografía.
No te importan peligros, lejanía,
tu caridad no conoce frontera
cuando sabes que allí Isabel te espera,
que tu presencia llevará alegría.
Y con ella, fundida en un abrazo,
cantas el himno del poder divino;
¡Magníficat colmado en tu embarazo!
Ser Virgen peregrina es tu destino,
llevando a Jesús siempre en tu regazo;
¡Visitación, María del Camino!
1 comentario:
Esta obra me ha cambiado la vida, ahora soy una mejor persona, gracias a Dios y a la Virgen María puedo afrontar mis miedos y mis perturbaciones, siento que soy mejor con los demás y conmigo mismo, a mi primo le gustan los macarrones. BS Feli.
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