miércoles, 3 de febrero de 2010

Ser Dios de otra manera

Cuando Dios crea al hombre y le da vida,
en todo semejante a él lo crea,
lo hace hijo de divina ralea
y en su estirpe y familia da cabida.

Y después, a pesar de la caída,
y a pesar del pecado que lo afea,
lo restaura de nuevo y lo recrea
cuando su carne en Cristo es asumida.

Vive Dios con el hombre codo a codo,
y un poeta afirmó, con voz certera,
"que ser Dios es ser hombre de otro modo".

Y, aunque entre el hombre y Dios haya barrera,
yo me digo que, acaso y sobre todo,
el ser hombre es ser Dios de otra manera.

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