Dice el Señor por boca del profeta:
"Como la lluvia que empapa la tierra
y vuelve al cielo de frutos repleta,
así mi palabra si en ti se entierra."
Y es también como una humilde semilla
que Yo siembro a voleo y abundante,
quien la acoge en tierra limpia, sencilla,
producirá cosecha exuberante.
Si acoges mi palabra y mi semilla
con cuidado y en su tiempo oportuno,
recogerás gavilla tras gavilla
llegando a producir ciento por uno.
¡Que tu gracia, Señor, venga en mi ayuda,
porque solo no puedo hacer limpieza
en este corazón de tierra ruda,
capáz de producir sólo maleza!
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