¡Cabalgata de Magos!
¿soñadores de aventura ilusoria
siguiendo sueños vagos?
¿Camino y trayectoria?
¿Parábola midráshica o historia?
¿Astrólogos de oficio
que captan cualquier guiño de una estrella,
-picaresco y propicio-
que, insistente, destella
dejando por los cielos clara huella?
... Ya todo atrás se queda,
y emprenden la aventura,
-camino y polvareda-
de buscar con presura
al Rey que nace y viene de la altura.
Mil dudas superando,
mil peligros librando cada día,
y a todos preguntando,
colmaron su alegría
cuando vieron al niño con María.
Y, aunque el niño no muestra
signo alguno de apariencia divina,
la fe es la que demuestra
y enciende en su retina
la nueva luz que hoy les ilumina.
Ofrecidos los dones,
y adorado en carne el Rey divino,
-gozo en los corazones,
luminoso el destino-
regresan por un nuevo otro camino.
¡Ya no hace falta estrella,
los ha mirado el Niño con sus ojos
que les dejaron huella;
sinmiedo a trampantojos
cabalgan ya sin fardos ni despojos!
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