... Y la noche, de pronto,
se ha vestido de luz
y hay estrellas coquetas
que han montado una gala
en su inmenso dancing-club.
Su asomrado parpadeo
son castañuelas
que les marcan un ritmo
que ¡no lo veas!
Y los ángeles lanzan
al aire sonajero
el primer villancico
que en el cielo aprendieron:
"¡Paz y amor a los hombres
que desean ser buenos!"
Y en Belén hay rumores
de besos maternales,
y divinos latidos
en niño corazón de carne,
y loca canción de estrellas
a duo con los ángeles.
Los pastores que velan en la noche
reciben las primicias del mensaje:
"Un Dios os ha nacido,
acudid a adorarle."
¡Tan sólo el humilde puede
creer pequeñez tan grande;
sólo el que vela sorprende
misterio tan inefable!
... A los pies del Niñito
y de la Virgen -madre
han dejado el obsequio
de las cosas pequeñas
que el amor hace grandes.
Y se llevan prendidas del alma
las dos grandes estrellas de sus ojos
que esa noche anticipan el alba.
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