"Nacido de mujer nadie más grande,
pues Juan significa:"Dios hace gracia";
su Espíritu desplegó su eficacia
para que así su vocación se agrande.
Juan, profeta que el corazón ablande
y le convierte de su contumacia
le libere de toda su falacia
y así los viejos caminos desande.
Todos se alegran en tu nacimiento,
todo es gozo y desbordante alegría,
pues tú cierras el viejo Testamento.
Serás precursor del nuevo Mesías,
del Cordero del Dios ya sacramento,
ya hecho un hombre sin alegoría.
Si así se puede llamar a estos humildes versos, sonetos y poemas que, espero, os ayuden a rezar y a contemplar la belleza de Dios
jueves, 24 de junio de 2010
miércoles, 23 de junio de 2010
El que quiera ser mi discípulo (Lc. 9, 18)
Si alguno quiere venir tras de mí,
tendrá entonces que negarse a sí mismo,
tomar su cruz en silente mutismo
y seguirme cada día así.
Para ser mi discípulo, sí,
tendrá que renunciar a su egoismo,
pues, no se ha de salvar por su heroismo,
sino porque siguió a su Rabí.
¿De qué le sirve al hombre pretencioso
ganar de punta a punta el mundo entero,
si él mismo se pierde en el acoso?
El que de mí se avergüence altanero
y de mi cruz se sienta vergonzoso
yo de él me avergonzaré lastimero.
tendrá entonces que negarse a sí mismo,
tomar su cruz en silente mutismo
y seguirme cada día así.
Para ser mi discípulo, sí,
tendrá que renunciar a su egoismo,
pues, no se ha de salvar por su heroismo,
sino porque siguió a su Rabí.
¿De qué le sirve al hombre pretencioso
ganar de punta a punta el mundo entero,
si él mismo se pierde en el acoso?
El que de mí se avergüence altanero
y de mi cruz se sienta vergonzoso
yo de él me avergonzaré lastimero.
Etiquetas:
Evangelio,
Poesía religiosa
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