sábado, 18 de septiembre de 2010

No se puede servir a dos señores Lc. 16

No es el hombre propietario absoluto
de lo que llamamos bienes, riqueza,
es Dios quien se lo da y con largueza
para que lo administre y dé su fruto.

Si el administrador es hombre astuto
y saber supera toda pobreza,
entonces gozará de esa belleza
que es Dios mismo dándose en tributo.

"No se puede servir a dos señores",
como por ejemplo, a Dios y al Dinero,
pues, serían falsos adoradores.

Si en tu vida el dinero es lo primero,
y le rindes tus divinos honores,
eres vil idólatra por entero.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Dios Salva (Mi escatología)

Si mi Dios es Amor supremo grado,
si ese Dios es Amor, nunca condena,
siempre está más allá de la pena
que merece el desamor del pecado.

¿Se da el eternamente condenado,
el aherrojado a infernal cadena,
aquél que sufre una condena plena
porque ofendió a un Dios siempre ignorado?

No hay pecado de absoluta malicia,
pues, no sabe bien lo que el hombre hace,
por eso Dios disculpa su estulticia.

No creo que el Amor de Dios rechace
cuando ese Amor le venza a la justicia,
cuando a todo Mal al fin amordace.

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Con Teresita de Jesús yo creo
que hay un infierno de posible envío,
más no creo en eterno pataleo.

No creo que el Mal tenga señorío
sobre el Amor de un Dios que es jubileo,
¡Creo, sí, que ese infierno está vacío!