Ibas de aldea en aldea
y, aunque siempre ibas de paso,
nadie podía decir
que tú pasases de largo.
Por más deprisa que fueras,
siempre tomabas contacto
con el pobre y el enfermo,
¡siempre allí pasaba algo!
Que por donde tú pasabas,
-aunque fuera breve el paso-
algo nuevo iba a ocurrir,
¡pues, no pasabas de largo!
Tú sigues viniendo a mí
en un encuentro diario,
y yo sé muy bien, Jesús,
¡que nunca pasas de largo!
Si así se puede llamar a estos humildes versos, sonetos y poemas que, espero, os ayuden a rezar y a contemplar la belleza de Dios
lunes, 11 de agosto de 2008
lunes, 4 de agosto de 2008
Multiplicación de los panes y los peces
Seguían a Jesús ya hacía tres días
y estaban hambrientos, desfallecidos
- "Dadles vosotros de comer", queridos,
que aquí no hay pueblos ni panaderías.
Nos parece, Señor, que desvarías:
son miles los hambrientos reunidos
y muchos los denarios requeridos,
y sabes de nuestras economías.
-"He aquí cinco panes de cebada".
-"Pero, ¿qué es esto para tanta gente?
¡Y en manos de Jesús se hace la hornada!
Comieron hasta hartarse, alegremente.
El compartir lo tuyo y tu tajada,
eso es lo cristiano y más urgente.
y estaban hambrientos, desfallecidos
- "Dadles vosotros de comer", queridos,
que aquí no hay pueblos ni panaderías.
Nos parece, Señor, que desvarías:
son miles los hambrientos reunidos
y muchos los denarios requeridos,
y sabes de nuestras economías.
-"He aquí cinco panes de cebada".
-"Pero, ¿qué es esto para tanta gente?
¡Y en manos de Jesús se hace la hornada!
Comieron hasta hartarse, alegremente.
El compartir lo tuyo y tu tajada,
eso es lo cristiano y más urgente.
Etiquetas:
Evangelio,
Poesía religiosa
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