De una honda, profunda reciedumbre,
duro asceta, de coraza y arnés,
curtido por el cierzo burgalés,
era a un tiempo, dulzura y mansedumbre.
Toda su vida fue una servidumbre,
una entrega al único interés
de cultivar y recoger la mies
en el campo docente, en pesadumbre.
Por todos recordado y venerado,
por donde pasaste dejaste huella
de hombre interior y apóstol entregado.
María fue tu norte y fue tu estrella
y en su amor maternal fuiste tallado:
¡tu madera de santo huele a a Ella!
Si así se puede llamar a estos humildes versos, sonetos y poemas que, espero, os ayuden a rezar y a contemplar la belleza de Dios
viernes, 23 de febrero de 2007
miércoles, 21 de febrero de 2007
Miércoles de Ceniza
La escueta vieja fórmula decía:
"recuerda, hombre, que eres polvo, tierra",
y a ese polvo volverás con prisas;
¡recuerda ese tu origen, recuerda!
La fómula actual del nuevo rito,
nos habla más de vida que de muerte,
recuerda lo importante y positivo:
"¡vuélvete a Dios y el Evangelio cree!"
Y el polvo austero de la gris ceniza
marca sobre las frentes humilladas,
el signo de la cruz, signo de vida,
que va desde el Calvario hasta la Pascua.
"¡Rasga tu corazón, no los vestidos"!
que se convierta a Dios y a él se abra,
para que sobre ti caiga el rocío
de un tiempo de perdón, kairós de gracia.
"recuerda, hombre, que eres polvo, tierra",
y a ese polvo volverás con prisas;
¡recuerda ese tu origen, recuerda!
La fómula actual del nuevo rito,
nos habla más de vida que de muerte,
recuerda lo importante y positivo:
"¡vuélvete a Dios y el Evangelio cree!"
Y el polvo austero de la gris ceniza
marca sobre las frentes humilladas,
el signo de la cruz, signo de vida,
que va desde el Calvario hasta la Pascua.
"¡Rasga tu corazón, no los vestidos"!
que se convierta a Dios y a él se abra,
para que sobre ti caiga el rocío
de un tiempo de perdón, kairós de gracia.
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Cuaresma,
Poesía religiosa
lunes, 19 de febrero de 2007
Bendecid a los que os maldicen
Debéis amor incluso al enemigo,
y al que golpea, hiere o maldice,
tú perdónalo siempre y bendice,
pues así lo hago Yo siempre contigo.
Que aunque el pecador merezca castigo,
mi amor de Padre nunca se desdice,
pues soy Amor y es siempre lo que hice;
yo no sé condenar, sólo bendigo.
Al hachazo que el sándalo recibe
sólo ofrece fragancia en su mutismo;
regala un bien por el mal que precibe.
Este es mi Evangelio y Catecismo:
"perdona y ama, al malo inclusive";
si quieres ser cristiano harás lo mismo.
y al que golpea, hiere o maldice,
tú perdónalo siempre y bendice,
pues así lo hago Yo siempre contigo.
Que aunque el pecador merezca castigo,
mi amor de Padre nunca se desdice,
pues soy Amor y es siempre lo que hice;
yo no sé condenar, sólo bendigo.
Al hachazo que el sándalo recibe
sólo ofrece fragancia en su mutismo;
regala un bien por el mal que precibe.
Este es mi Evangelio y Catecismo:
"perdona y ama, al malo inclusive";
si quieres ser cristiano harás lo mismo.
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Evangelio,
Poesía religiosa
miércoles, 14 de febrero de 2007
Adviento
El adviento es larga espera
de un Dios que se va gestando
y en el seno revelando
de la humanidad entera;
y en su seno de esperanza
se gesta la sementera.
Por vericuetos sin nombre,
-incansable peregrino-
Dios siempre está de camino
viniendo en busca del hombre.
¿Hay alguien que no se asombre
de ver a Dios empeñado
en llegar apresurado
al encuentro con el hombre?
Dios mismo trazó el camino
cuando se vino a encarnar
y así poder caminar
junto al hombre peregrino.
Un Dios que encarnado llega,
hecho hombre de verdad
y carne de humanidad,
auténtica, no de pega.
El mismo Jesús lo dijo:
"Soy Verdad, Camino y Vida,
por mí al Padre es la subida
y en mí halláis camino fijo.
Ya está la duda resuelta,
pues, Jesús para esto vino,
para ser nuestro camino,
nuestro Camino de vuelta.
Y el Dios que a nosostros viene
en advientos cotidianos,
transita con pies y manos;
los que Jesús tuvo y tiene
en los hombres sus hermanos.
de un Dios que se va gestando
y en el seno revelando
de la humanidad entera;
y en su seno de esperanza
se gesta la sementera.
Por vericuetos sin nombre,
-incansable peregrino-
Dios siempre está de camino
viniendo en busca del hombre.
¿Hay alguien que no se asombre
de ver a Dios empeñado
en llegar apresurado
al encuentro con el hombre?
Dios mismo trazó el camino
cuando se vino a encarnar
y así poder caminar
junto al hombre peregrino.
Un Dios que encarnado llega,
hecho hombre de verdad
y carne de humanidad,
auténtica, no de pega.
El mismo Jesús lo dijo:
"Soy Verdad, Camino y Vida,
por mí al Padre es la subida
y en mí halláis camino fijo.
Ya está la duda resuelta,
pues, Jesús para esto vino,
para ser nuestro camino,
nuestro Camino de vuelta.
Y el Dios que a nosostros viene
en advientos cotidianos,
transita con pies y manos;
los que Jesús tuvo y tiene
en los hombres sus hermanos.
domingo, 11 de febrero de 2007
Campaña Contra el Hambre
Me pregunto: ¿no estamos saturados
de ver tantas caritas demacradas,
con los mocos colgando a chorretadas,
y los vientres hidrópicos hinchados?
Pues no parece estemos afectados;
¿tendremos las conciencias estragadas
y por eso ya no nos dicen nada?
¿Corazón y conciencia congelados?
Hay que actuar cual buen samaritano;
pararse y detenerse en el camino,
acercarse al herido como a hermano,
darle de nuestro aceite y nuestro vino,
(aunque sea judío o africano)
¡que si no, soy fratricida asesino!
de ver tantas caritas demacradas,
con los mocos colgando a chorretadas,
y los vientres hidrópicos hinchados?
Pues no parece estemos afectados;
¿tendremos las conciencias estragadas
y por eso ya no nos dicen nada?
¿Corazón y conciencia congelados?
Hay que actuar cual buen samaritano;
pararse y detenerse en el camino,
acercarse al herido como a hermano,
darle de nuestro aceite y nuestro vino,
(aunque sea judío o africano)
¡que si no, soy fratricida asesino!
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Poesía religiosa,
Varios
viernes, 2 de febrero de 2007
Juan Bautista
Cual greñudo y piloso nazareno,
amigo de alimañas y fieras,
piel de camello sobre cuerpo enjuto,
como hijo del ayuno y de la estepa,
Juan Bautista predica en el desierto,
-inhóspito desierto de Judea-
y anuncia la llegada del Mesías,
de quien es precursor y fiel profeta.
Y dice que se siente indigno siervo
de soltar sus sandalias y correas.
"¡Allanad y hacer rectos los senderos;
preparad los caminos del Señor,
porque a punto de llegar está el Mesías
y exige "metanoia", conversión.
Los que esperáis ansiosos la llegada
del Mesías -Ungido del Señor-
purificad los cuerpos y las almas
en las aguas del Jordán y del perdón!"
Y cuando aquel cobarde rey Herodes
mande un día te corten la cabeza,
y Salomé, danzante, se la sirva
en preciosa plateada bandeja,
todos verán, beodos y asombrados,
que tú aún sigues con la boca abierta
gritando la Verdad que nunca muere,
gritando la Verdad a boca llena.
¡Qué bien supiste, Juan, ser de Jesús
su precursor, testigo y fiel profeta!
amigo de alimañas y fieras,
piel de camello sobre cuerpo enjuto,
como hijo del ayuno y de la estepa,
Juan Bautista predica en el desierto,
-inhóspito desierto de Judea-
y anuncia la llegada del Mesías,
de quien es precursor y fiel profeta.
Y dice que se siente indigno siervo
de soltar sus sandalias y correas.
"¡Allanad y hacer rectos los senderos;
preparad los caminos del Señor,
porque a punto de llegar está el Mesías
y exige "metanoia", conversión.
Los que esperáis ansiosos la llegada
del Mesías -Ungido del Señor-
purificad los cuerpos y las almas
en las aguas del Jordán y del perdón!"
Y cuando aquel cobarde rey Herodes
mande un día te corten la cabeza,
y Salomé, danzante, se la sirva
en preciosa plateada bandeja,
todos verán, beodos y asombrados,
que tú aún sigues con la boca abierta
gritando la Verdad que nunca muere,
gritando la Verdad a boca llena.
¡Qué bien supiste, Juan, ser de Jesús
su precursor, testigo y fiel profeta!
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Poesía religiosa,
Santos y Santas
jueves, 1 de febrero de 2007
Cristo Rey
Por ser Hijo de Dios, Verbo encarnado,
porque en la cruz fue tuya la victoria,
y porque el Padre te vistió de gloria
con la luz del primer resucitado.
Por eso eres, Jesús, Rey coronado,
señor y Pantocrator de la Historia,
libertador de noble ejecutoria,
triunfador de la muerte y del pecado.
Ya sé que no es tu Reino de este mundo,
que es sólo dimensión de algo interior,
-lo más cordial del hombre y más profundo-
donde te haces presente y seductor;
allí donde tu encuentro es más fecundo,
allí donde tu Reino se hace Amor.
porque en la cruz fue tuya la victoria,
y porque el Padre te vistió de gloria
con la luz del primer resucitado.
Por eso eres, Jesús, Rey coronado,
señor y Pantocrator de la Historia,
libertador de noble ejecutoria,
triunfador de la muerte y del pecado.
Ya sé que no es tu Reino de este mundo,
que es sólo dimensión de algo interior,
-lo más cordial del hombre y más profundo-
donde te haces presente y seductor;
allí donde tu encuentro es más fecundo,
allí donde tu Reino se hace Amor.
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Otras fiestas del año litúrgico,
Poesía religiosa
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